26ª JORNADA. Moralo, 0 ; Diter Zafra, 1 .

Moralo: César Carrasco, Dani, Asiel, Jonathan (Sergio Pérez, 85'), Arellano (Toribio, 60'), Oliver (Tortu, 65'), Pino, Pintado, Fran Mancha, Rulo y Óscar.

Diter Zafra: Riobó, Víctor Paredes, Marco Ortega, Ito, José Ángel, Víctor Moriano, Isidro Quintana (Rafa Cano, 65'), Teto, Rafa, Chicote (Vicente, 85') y Cristo (Jona, 78').

Árbitro: Morillo Sánchez, de la delegación de Castuera. Como era de esperar, mala actuación. Siguió el juego de lejos, por lo que se equivocó en numerosas ocasiones para ambos equipos. Amonestó con cartulina amarilla a los locales Dani, Asiel y Óscar; y a los visitantes Víctor Paredes, Marco Ortega y Rafa.

Gol: 0-1 Chicote (29').

Incidencias: Alrededor de la entrada de público habitual al Municipal de Navalmoral, 200 espectadores, en mañana agradable. Césped en pésimas condiciones. El Zafra cambió su habitual pantalón blanco por uno azul para no coincidir con el del Moralo.

Comentario: No sólo no se apagan las alarmas en el seno del Moralo CP sino que lucen con fuerza. La cuarta derrota consecutiva no sólo prolonga su peor racha de toda la temporada sino que le empuja hacia el trío del descenso. Verlo para creerlo. El efecto Rus se ha apagado peligrosamente y no se encuentra explicación a ello después de los buenos partidos, sobre todo en casa, que había realizado en el primer mes dirigiendo al equipo. A los verdes se les nota atenazados, con demasiado miedo a perder, y eso en el periodo de campaña que se encuentran (y ahora también el puesto que ocupan en la clasificación) es muy temerario. Toca hacer terapia de grupo, confiar en el trabajo semanal y no caer ni en la desesperación ni en el desánimo para acabar rendidos. Faltan muchas jornadas, muchos enfrentamientos directos y mucho por decidir. Lo que ahora es negro en sólo una jornada puede ser blanco, como desgraciadamente ha ocurrido a la inversa.

El partido con el segundo clasificado tuvo un tiempo para cada equipo, pero en lo global fue insustancial en el juego en gran parte por el lamentable estado del campo. Los segedanos se hicieron dueños del balón y por consiguiente del juego. Se movieron con mejor criterio que unos moralos sin ideas, que practicaron hasta la saciedad los lanzamientos en largo. Los visitantes hicieron exactamente lo mismo, pero con mejor orientación y mayor rapidez para atacar. En definitiva, fueron mucho más prácticos.

Cristo tuvo la primera gran oportunidad del encuentro cuando recogió un pase al hueco dentro del área pero no supo definir ante César Carrasco, que rechazó el tiro. Fue el preludio al único tanto del choque. Un golpe franco frontal, cerca de la media luna del área local, lo convirtió en el 0-1 Chicote con un lanzamiento directo que hizo inútil la estirada del cancerbero local. Todo un golazo que a la postre resultó decisivo. La calidad de uno de los jugadores segedanos decidió la suerte del partido teniendo en cuenta además las dinámicas de uno y otro conjunto. No le hizo falta más en ataque al Diter Zafra para alcanzar los 3 puntos.

Tras el descanso pronto se vio que el Moralo salió como lo debería haber hecho desde el pitido inicial, a morder. Fue más directo y físico de lo que había sido hasta ese momento. Además dio mucha más armonía y equilibrio a su juego y empezó a comprometer en cierta manera al rival. En la segunda mitad se cambiaron las tornas y fueron los de Rus quienes comenzaron a dominar y a pisar el área contraria. Mientras tanto, los azulinos se preocuparon más de mantener su portería a cero que de liquidar el duelo porque apenas tuvieron presencia ofensiva. Las aperturas por banda de los primeros 45 minutos no funcionaron a los de Fael y llegaron en contadas y tímidas al portal de César Carrasco.

La escuadra de Navalmoral siguió intentándolo sin descanso pero tampoco le llegó la oportunidad clara para perforar la portería de Riobó hasta la recta final del encuentro. Una falta lejana pareció que la tocó levemente Óscar delante del guardameta segedano y el rechace se estrelló en el larguero. Fue la ocasión que estuvo más cerca del empate, ya dentro de los últimos diez minutos. El Moralo continuó acumulando hombres en ataque pero la bien plantada zaga visitante fue inexpugnable y no se dejó sorprender más a pesar de que los locales reclamaron un penalti por manos que el trencilla resolvió con falta en su contra.

Los pupilos de Rafa Rincón Rus deben levantarse en el momento más delicado y también más oportuno del año. Otra de sus asignaturas pendientes, ganar fuera de casa, la deberán intentar saldar en Almendralejo el próximo domingo por la mañana, con las cámaras de la televisión autonómica en directo, frente al San José. La frescura de ideas, coraje y energía deben recuperarla cuanto antes porque carácter para ello tienen.