Chinato: Gabi, David Sánchez, Javi Núñez, Barbero (Senso, 86'), Óscar, Manu, Miguelín (Jorge, 77'), Farías, Ernesto, David Bartolomé (Oliva, 68') y Santi.
Árbitro: Durán Tato, de la delegación de Cáceres. Desastrosa actuación de este engreído colegiado que quiso ser el protagonista del partido y lo consiguió. Además de ser malo para los dos equipos, perjudicando considerablemente al Moralo, lo es para el propio arbitraje. Mal físicamente y con una actitud provocadora y caprichosa sacó de quicio principalmente al equipo de Navalmoral. Expulsó con tarjeta roja directa a los locales Fran Mancha (45+2') y Piti (81'), y a su compañero Arellano (87') por doble cartulina amarilla, así como al visitante David Sánchez (90+2'). Además amonestó con amarilla a los moralos Jonathan, Durán, Pino y Gallardo; y a los chinatos Manu, Farías y Oliva.
Goles: 1-0 Tortu (29'). 1-1 Manu, de penalti (45+3').
Incidencias: Algo más de 300 espectadores en las gradas del Municipal de Navalmoral en tarde-noche otoñal, con nubes y claros al principio para terminar, desde mediada la segunda mitad, con lluvia continua. Rectángulo de juego en regulares condiciones. Antes del inicio del encuentro fueron presentados dos equipos cadetes de la Escuela Morala.
Comentario: Es obligado comenzar una crónica como esta criticando la labor de un árbitro que campó a sus anchas quitando y regalando a diestro y siniestro. La peor parte se la llevó claramente el Moralo, que terminó con ocho jugadores sobre el campo por severas y exageradas expulsiones, fue castigado con un penalti inexistente y le fue ignorado otro, como mínimo, a su favor. El recital de silbato lo compartió también con el Chinato, pero ni mucho menos le hizo tanto daño. Durán Tato, pésimo y prepotente, influyó de forma apreciable en el marcador. La sensación para todos los moralos, y eso que cuesta caer en estos tópicos, fue de robo. De un atraco a traición de un personaje que en vez de repartir justicia y serenidad con los verdaderos protagonistas, abusó de autoridad para hacer y deshacer a su antojo.
Y eso independientemente que el cuadro de Navalmoral cuajara uno de sus peores partidos en lo que va de temporada. Quizás la necesidad de no fallar ante el colista para despegarse de la zona peligrosa de la clasificación le atenazó en exceso. Le costó entrar en juego y en la primera mitad se vio superado ligeramente por un Chinato bien plantado que en esos minutos causó buena impresión teniendo en cuenta su situación. Aún así, su pólvora completamente mojada. Fue lo que aprovechó el Moralo para adelantarse en el marcador.
Poco a poco los verdes se fueron despertando y comenzaron a conectar por bandas. Tortu, tras ganar la espalda a su ex compañero Barbero, cayó dentro del área por una posible zancadilla que terminó en el limbo. Más tarde, Pino, con un fuerte y colocado chut desde fuera del área, encontró la fenomenal respuesta de Gabi para despejar a córner. En ese saque de esquina botado por Rulo, Fran Mancha cabeceó cruzado al palo y en el rechace Tortu, solo y desde cerca, envió al fondo de las mallas para el 1-0. En un solo minuto el Moralo no solamente había igualado las oportunidades de gol del Chinato, sino que se había beneficiado de otra más para ponerse en ventaja.
Todo transcurrió sin ningún sobresalto en ninguna de las porterías durante ese último cuarto de hora del primer periodo hasta que el árbitro empezó su concierto de grandes errores... por no llamarlo de grandes fantochadas ya con el tiempo cumplido. David Bartolomé se fue en velocidad por la izquierda para pisar área pero Fran Mancha, en el cruce, se interpuso justo en el momento de engatillar el disparo y despejar a córner. Ante el asombro de propios y extraños señaló el punto de penalti y no contento con ello expulsó al jugador moralo. Verlo para creerlo. El regalo lo aprovechó otro de los cuatro ex moralos que jugaron, Manu, que engañó a César Carrasco para establecer el 1-1 instantes antes del descanso.
Durán, con un fuerte lanzamiento desde la frontal del área, forzó al portero contrario a rechazar con muchos apuros. Eso sí, de las pocas veces que los de David Salvo superaron la barrera defensiva hay que destacar dos casi seguidas. La primera cuando Arellano tuvo que despejar bajo palos un intento de vaselina de David Bartolomé, y la segunda cuando Miguelín disparó con mucha intención pero se encontró con la atenta respuesta de César Carrasco.
Después llegó un penalti de libro sobre Gallardo cuando ganó en velocidad la verticalidad para encarar al cancerbero Gabi y fue claramente, sin discusión, derribado. El penalti fue convertido en un córner ante las protestas de los diez jugadores moralos que calentaron aún más al trencilla. Pero es que para colmo, minutos después, Romi tuvo la oportunidad más clara para desnivelar el marcador definitivamente pero no pudo superar el mano a mano con el portero cuando se mascaba el 2-1.
Al Moralo le toca seguir remando todos hacia el mismo lado sin descanso y confiando en que el camino es el correcto a pesar de las tormentas que padecen de vez en cuando. Por el momento los jugadores continúan firmes en casa y la próxima jornada repetirán con un siempre atractivo y complicado derbi con la UP Plasencia. Los retos, para los valientes.
He de reconocer que le robaron el partido al Moralo pero una veces te dan y otras te quitan y creo que 11 contra 11 tambien hubieramos empatado.Saludos y suerte desde Malpartida.
ResponderEliminarHombre, si se reconoce que le robaron el partido al moralo, no tiene mucho sentido decir después que 11 vs 11 también se hubiese empatado...
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