Moralo: César Carrasco, Dani, Fran Mancha, Jonathan, Toribio (Arellano, descanso), Durán, Oliver (Adri, descanso), Pino, Rubén Loarte (Romi, 69'), Rulo y Tortu.Árbitro: Corchado Nieto, de la delegación de Mérida. Mala actuación por casero, como sus asistentes. No tuvieron en absoluto el mismo criterio con los dos equipos. El trencilla mostró cartulina amarilla al local Caldera y a los visitantes Jonathan, Toribio, Pino, Romi y Gallardo, a éstos dos últimos en el banquillo.
Goles: 0-1 Jonathan (19'). 1-1 Jorge (24'). 2-1 Jorge (27'). 2-2 Rubén Loarte (53').
Incidencias: Apenas un centenar en el Municipal de Valdelacalzada en tarde soleada. Campo en malas condiciones, muy irregular, en parte por las últimas lluvias.
Comentario: Primer punto del equipo de Navalmoral fuera de casa que debe saberle bien para convencerse que es posible salir de la zona comprometida de la clasificación. Fue, sin duda, lo más positivo de este desplazamiento al campo de uno de sus rivales directos por eludir los últimos puestos. Esa situación impidió que se viera un partido bonito pero sí emocionante por las alternativas en el juego, en las ocasiones y en el marcador, que en todo momento fueron indecisas dando muestras Valdelacalzada y Moralo que no está siendo una temporada fácil para ninguno de los dos. La escuadra verde pudo ganar pero también perder, así que como la propia amarilla dio por bueno el empate y espera hacerlo buena en la próxima jornada.Después de un serio aviso del cuadro valviense tras un robo por la derecha de su ataque, que finalizó con un pase al área pequeña que no encontró rematador, el Moralo se adelantó en el marcador pocos minutos después. Jonathan sacó una falta lateral al borde del área ajustada a un palo y el guardameta local se la tragó viendo que el balón le botó delante para superar su estirada. El 0-1 lejos de dar tranquilidad puso más nervioso, incomprensiblemente, al equipo de Luis Quintas, inquieto en la grada cumpliendo su segundo encuentro de sanción.
En desventaja a los verdes les pudo la responsabilidad de tener que remar a contracorriente y nunca dieron sensación de peligro sobre el portal de un inédito Menayo en todo el primer periodo. Las imprecisiones en los pases para circular el balón con cordura fueron constantes y así fue difícil llegar al área contrario para amenazar y generar algo de peligro. Por su parte, el Valdelacalzada continuó hasta la saciedad con los lanzamientos en largo para esperar el fallo del rival o la segunda jugada, aunque afortunadamente apenas creó tampoco algo de apuros al cancerbero César Carrasco.
Durante el descanso el técnico moralo leyó la cartilla a sus jugadores y éstos saltaron al césped mucho más activados. Las incorporaciones de Arellano atrás y de Adri delante dio más seguridad y más presencia. El propio Adri avisó con un disparo cruzado nada más marcharse de su marcador y pisar área pero el portero valviense despejó con muchos apuros a córner. Al rato, una acción personal de Arellano por la otra banda, la izquierda, valió para que Rubén Loarte recogiese un servicio por bajo que no desaprovechó. Desde el punto de penalti, el jugador se acomodó para marcar con un sutil disparo el 2-2 que hizo justicia por el buen inicio de la segunda mitad de los de Navalmoral.
A partir de ahí el Moralo, ahora sí, se adueñó del balón y comenzó a abrir por bandas para intentar llegar al portal de un Valdelacalzada que durante varios minutos pareció estar noqueado. Nada más lejos de la realidad porque gracias a su empuje con los mencionados lanzamientos en largo y con algunas que otras faltas inexistentes señaladas a su favor por el autoritario árbitro, se volvió a meter en la pelea ya dentro del último cuarto de hora.Arellano salvó bajo palos un cabezazo de Caldera que había superado a César Carrasco, aunque poco después y antes de cumplirse el tiempo reglamentario Adri no conectó con Romi tras un pase hacia atrás, al hueco, que el igualmente habilidoso y rápido delantero no llegó por poco. Eso sí, Cristian para el Valdelacalzada tiró fuera, en difícil posición y en carrera, cuando se iba a colocar delante del portero visitante. Pero es que ya en el minuto 94 un compañero suyo de cabeza, obligó a César Carrasco a lucirse con un paradón y desviar a córner.
Con esa extraña sensación en el Moralo de haber podido perder otro partido en los instantes finales, sin merecerlo, y a la vez de haber podido ganar de haber estado más atento en defensa, una vez más, pero sobre todo de haber puesto más coraje y empeño en la victoria, finalizó un enfrentamiento que debe ayudarle, principalmente, para recuperar emociones en este largo caminar sobre el alambre.
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